La viuda
Antes que nada, una disculpa. El viernes pasado no pude subir la leyenda de ese día, así que hoy habrá doble entrada. Sin más preámbulos, pasemos a ello.
Cuenta la leyenda que hace muchos años, vivía en un el centro de General Terán, un municipio al oriente de Nuevo León, un ganadero acaudalado, que, a pesar de ello, era buena persona y se preocupaba por ayudar a la comunidad en la que vivía.
El ganadero contrajo nupcias a una edad avanzada para las costumbres de aquella época y lo hizo además con una muchacha guapísima y muy joven, por lo que las sospechas y habladurías no se hicieron esperar.
Sin embargo y a pesar de todo pronóstico, la feliz pareja vivía en armonía y con el tiempo nadie puso en tela de juicio el genuino amor que la mujer sentía por el hombre y viceversa. Todo parecía marchar de maravilla, salvo por un detalle: la pareja no tenía hijos y la presión de parte de las familias de ambos se sentía.
El señor trabajaba desde antes del amanecer y siempre terminaba después de que el sol se ocultaba, por lo que no tenía tiempo de pensar en muchas cosas, ni de pasar tanto tiempo en casa, salvo los domingos, además lo hacía para poder olvidar el tema de la descendencia pendiente.
La mujer por su parte, además de la casa, no tenía ningún otro trabajo o preocupación, asimismo en la casa contaba con una señora que le ayudaba con los quehaceres domésticos, por lo que disponía de mucho tiempo libre. Y bien dicen que “la ociosidad es la madre de todos los vicios”. Para esta mujer, que en el fondo era buena, fue su perdición, pues empezó a frecuenta la compañía de un hombre más joven que ella y aunque al principio trató de ser discreta, pronto su romance con el misterioso caballero era un secreto a voces.
Como nunca falta quien se alegre de la desgracia ajena, llegaron a oídos del acaudalado ganadero los rumores de que su esposa le era infiel. Él al principio no lo creyó, pero como luego dicen, “tanto golpea la gota a la piedra, hasta que la quiebra”. Los chismes lograron sembrarle la duda de que tal vez lo que decían era cierto y ¡vaya que lo era!
Un martes al mediodía decidió darse una vuelta por su casa, sólo por no dejar y cuál sería su sorpresa al encontrar a su esposa en compañía de otro hombre y para su pesar, ¡pariente de él! La esposa lo engañaba con un sobrino de él.
El dolor que sentía por partida triple (porque lo engañaba, porque era con un pariente y porque además era muchísimo más joven que él), lo cegó y entonces tomó una decisión que muchos juzgaron precipitada e injusta: se quitó la vida. Todo el pueblo le lloró y volcó su ira y coraje contra la viuda, quien después de las tres misas que se le ofrecen al alma del difunto, llevó a su amante a vivir a la casa que había compartido con su esposo.
Al no resistir tanta hostilidad por parte de las personas en el pueblo, la viuda y el sobrino del ganadero decidió huir hacia la frontera norte de México, pero el destino les tenía preparada otra cosa; la noche que huyeron había luna nueva y además llovía, el carro en el que viajaban fue arrastrado por una creciente repentina cuando cruzaba el vado, sin que nadie volviera a verlo, ni a sus ocupantes tampoco.
La gente dice que el accidente fue la venganza por parte del ganadero, quien al sentirse burlado y después de haberse quitado la vida, buscó la manera de hacerse justicia desde el más allá. Otros dicen que era el karma, que tanto la viuda como el amante se lo tenían bien merecido.
Lo que nadie se esperaba es lo que a continuación les comparto: cada martes a la media noche, se ve una figura espectral y toda de negro, dirigirse hacia la tumba del ganadero, se inca, reza un padre nuestro, pide perdón tres veces y sigue su camino hasta perderse entre las tumbas del camposanto. Todos dicen que es la viuda que sigue penando por el error que cometió.
The widow
First, I’d like to apologize for not uploading the legend last Friday. Today I will publish two, so let’s begins.
Once upon a time in General Terán, a town located in the east of the Nuevo León state, there was a nice and good man who had his own ranch and cattle. He was wealthy and always tried to help his town and community.
When he was a middle-aged man, he got married to a beautiful and young woman. People in town started to gossip because of the age gap. However, and against all odds, the happy couple was living in harmony and after a while, nobody called their love into question. Everything seemed perfect, except for one thing: they hadn’t had babies and they were under pressure for both families, his and hers.
The man used to work hard and a lot in his ranch. He would start before sunrise and most of the time would finish after sunset. He was very busy and did not have too much time to spend with his wife or at home. It was a way of being busy and not think about the babies who refused to come.
His wife did not have a job and she had a lady who would help her with the domestic chores, this way she has a lot of free time, and we all know the saying “Idleness is the devil’s workshop”. For this woman, who deep down was a good one, was her ruin. She started to meet a younger man and even though she tried to be discreet, soon her lover and the affair they had was known for almost every person in town.
There are people who always get happy for the suffering of others, and those people told the man that his wife was cheating on him. At the beginning, he did not pay any attention to the rumors, but after a while he couldn’t help but start to believe them.
It was a Tuesday when he finally decided to go home without notice and it was when he found his wife in company with another man, much to his regret he was his nephew.
The pain he felt after discover the deceit was huge. She was cheating on him, with a younger man who was his nephew. He was blind by rage and in a fit of anger he took his life.
All the town wept his loss and threw their rage and anger into the widow and her lover. After the three masses were held in honor of the deceased, his widow took her lover in the same house she had lived with her husband.
The widow and her lover could not resist the hostility from the people of the town and decided to leave the house and move to the north of Mexico, but destiny is a capricious master. The night they left the house it was all dark because of the new moon and the heavy rain that was falling. The level of the nearest creek rose sharply and carried the car where the couple was, just by the time they were crossing the ford. No one see them again.
People in town believed that the accident was a revenge from the deceased from the other world. Others think it was karma, after all, they got what they deserved.
No one expected what happened next: every Tuesday at midnight, you can see a spectral and dark figure in the cemetery. The figure stops before the tomb of the man who took his life, put on their knees, say the Lord’s Prayer three times and follow their way. Everyone thinks the figure is the widow’s lost soul that is still suffering for the mistake she made.